LA SAETAAy, la saeta, él sabe cantar.
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre para desbloquear!
Cante del pueblo andaluz,que cada primavera
el esta pidiendo escaleras
¡Subir a la cruz!
Canta de mi tierra,
que florece,
a Jesús de la agonía,
¡Y es la fe de mis mayores!
¡Y es la fe de mis mayores!
¡Oh, tú no eres mi canción!No puedo cantar ni quiero,
a aquel Jesús del madero,
¡sino al que caminó sobre el mar!
El escritor y periodista español del ABC de Sevilla Andrés González Barba, en su artículo "La saeta", Semana Santa vista por Machado (21-2-2014), dijo:
¡sino al que caminó sobre el mar!
Antonio Machado
El escritor y periodista español del ABC de Sevilla Andrés González Barba, en su artículo "La saeta", Semana Santa vista por Machado (21-2-2014), dijo:
"Este famoso poema fue musicalizado posteriormente por Joan Manuel Serrat, dándole un carácter universal cuando publicó su disco Dedicado a Antonio Machado, poeta, en 1969. Esta música de Serrat fue adaptada años más tarde como marcha procesional. [.. .] En la Cuaresma de 1988, el Grupo Musical de Jesús Despojado lo interpretó en una extraordinaria interpretación de este Cristo por el 50 aniversario de su fundación Gitanos. Al año siguiente lo grabaron en disco y esta versión ya fue la que se hizo mundial. famosa, siendo actualmente una de las marchas más representadas en toda Andalucía."
Por su parte, el escritor, investigador y crítico literario español José Sarria, en su ensayo El pensamiento crítico de Antonio Machado en el poema "La saeta" (2014), dijo:
"En el poema (que más que una SAETA es una anti-SAETA), Machado asume un determinante crítico y se posiciona contra la religiosidad tradicional andaluza. El poeta se distancia claramente de la idolatría popular y del culto a la muerte, emitiendo un juicio sobre la flecha que canta a un Cristo moribundo e inmóvil".
cantando desde mi tierra
que tira flores
al Jesús de la agonía
¡Y es la fe de mis mayores!
¡Oh, tú no eres mi canción!
Machado prefiere al Jesús vivo y activo, como declara en la última estrofa del poema para afirmar su particular fe en la vida:
No puedo cantar y no quiero,
a aquel Jesús del madero,
¡sino al que caminó sobre el mar!
Machado inicia su poema con el texto de una flecha popular. A continuación, escribe su propia saeta en dieciséis versos octosilábicos (excepto el verso 10, que es tetrasilábico), formado por cuatro grupos de cuatro versos cada uno. El primer, segundo y cuarto grupo son círculos (rima ABBA) y el tercero es un cuarteto (rima ABBA). En el primer verso de cada estrofa aparece la palabra "cantar", lo que le da musicalidad y sensación de unidad al poema. Los encabalgamientos favorecen la fluidez del discurso poético. El lenguaje es sencillo y no está perturbado por figuras retóricas, de las que destacan la anáfora "siempre" de los versos 3 y 4, la metonimia "todas las primaveras", la anáfora del verso inicial de la segunda y tercera estrofas ("Canta del pueblo andaluz,...!" / "¡Cantad desde mi tierra...!") y la metonimia "a aquel Jesús del bosque".
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