EL CLAUSTRO CONCEPCIONISTA
Cuando visitamos el Centro Cultural “Ignacio Ramírez” admiramos el exclaustro concepcionista y pudiésemos pensar que al trasladarse las madres fundadoras en 1765 ya estaba en la forma como hoy la conocemos, pero esto no es así. El claustro fue ocupado, pero sin acabar pues sólo había sido terminado el primer piso. Transcribo enseguida un documento del Archivo General de Indias en donde está la descripción del edificio y su uso proyectado:
“por la parte del oriente corre uno de los costados del convento que contiene en sí porterías, interior y exterior, cuatro rejas con dos piezas para capillas o devocionarios y por la parte superior del primer dormitorio y la banda que une con la sobredicha y hace escuadra cae al Norte en cuyos bajos queda el salón de labor con cuatro ventanas que miran al mismo viento y su proporcionada puerta al medio día, en cuya cima corre el segundo dormitorio y ando vuelta con la última cuadra por la parte que mira al poniente quedan en sus bajos el de profundis, refectorio y sus anexos quedando encima noviciado y niñado, dentro de cuya alberca se ve el claustro con dos danzas de arcos alta y baja, cuyo patio tiene de diámetro por todos cuatro vientos 39 varas con que estarán con la comodidad de extensión las religiosas y quedan verificadas las piezas constitutivas y esenciales de un convento y regulado por menor el costo de la fabrica de ellas y de la mencionada iglesia; suma y monta la cantidad de 39 621 pesos y dos reales, que aunque parece moderada respecto de los costos que semejantes obras tiene en otras partes es la misma que corresponde a los restablecidos en esta villa por los medianos precios de materiales y oficiales que se logran en ella y que como quiera que en los primeros años de dicha fundación no ha de haber el concurso de religiosas que puede verse en la posteridad se viene en conocimiento de que con la mitad que se hiciera de la fábrica del convento había sobrada extensión y comodidad muy bastante para las habitadoras. Y declaran haber ejecutado y hecho dicho tanteo regulación y aprecio bien fiel y legalmente a todo su leal saber y entender sin dolo fraude, ni encubierta alguna por el juramento que hecho tienen en que se ratificaron siéndoles leída esta su declaración y lo firmaron con su merced de que doy fe”.
Por su parte,
Don Cornelio López aclara un poco lo sucedido con el templo pues tampoco estaba
terminado y con esto podemos conocer, lo que aprecian inmediatamente los
especialistas, la diferencia entre el primer y segundo piso:
“La iglesia se
había proyectado de cruz latina; pero solo te
En 1800 se
experimentó en San Miguel el Grande un fuerte y dilatado temblor. Quizá ese
hecho fue el detonador de un gran malestar y preocupación con respecto a la
iglesia inconclusa y al estado del convento. La abadesa encabezó una
reclamación contra el Conde de Casa Loja y sus hermanos, como herederos de su
padre y de sus compromisos. El subdelegado de San Miguel, Francisco de Veyra y
Pardo, informo al intendente Riaño, de Guanajuato, que todo estaba disforme en
el convento y que amenazaba ruina. Según él, la pared que cerraba el crucero de
la iglesia era muy elevada y de adobes, se hallaba agujerada por las ratas,
maltratadas por las aguas y haciendo peligrar a un altar situado junto a ella,
en el que se decía misa, porque se temía un derrumbe”.
Hermoso espacio que invita a apreciar más el patrimonio edificado que debemos defender pues no sólo es heredad éste igual que: los marcos, puertas, pisos, hidrantes, etc. San Miguel es una estampa virreinal que debemos conocer más para defenderlo mejor.
Fuentes:
El Real Convento de la Purísima Concepción en San Miguel el Grande
Alma Montero Alarcón/Pamela Bastante
Cornelio López Espinosa
Monografía de San Miguel de Allende
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