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DON LUIS CABALLERO VILLAFRANCA,

Fallece el 16 de febrero de 2000

 

Deseo traer a nuestra memoria a una persona muy estimada por los habitantes de nuestra ciudad, me refiero al señor don Luis Caballero Villafranco, o como él gustaba apellidarse: Caballero Villafranca. No se nos ha ido, solamente, se nos ha adelantado un poquito, pero como sanmiguelenses agradecidos por todos los momentos, que sumados, le quitaron muchos días de su vida, para dedicarlos a sus lectores, a sus radioescuchas, preparando el contenido de sus intervenciones.

Regresando a su memoria, muchas páginas del libro de su vida, pasadas en su infancia, juventud o edad madura. Sin solemnidad ni campanillas. Con el lenguaje del abuelo que refiere un cuento al nieto que atento escucha su relato. Interminable, comedido, siempre cortés, siempre un “Caballero”.




Sentimos tristeza pensar que su pluma ha dejado de correr tinta y el cuaderno de sus notas, ya no recogerá nunca más el contenido de su extraordinaria memoria, que al final de sus días, resentía el embate de los años, pero, aun así, su voluntad lo llevaba a intentar mantenerse activo, en medio de quien lo estimamos.

Descendiente de una familia sanmiguelense, por varias generaciones, desde aquel año de principios del siglo XIX (1800) cuando procedentes de San Luis de la Paz, llega a San Miguel de Allende la familia Caballero de Acuña, sobresaliendo entre ellos, el R.P. don Luis Caballero de Acuña y su hermano, abogado, antecesor del hoy fallecido don Luis Caballero.

 Entre los miembros de esta familia, merecen ser recordados, en primer lugar, el Padre don Luis Caballero, quien pagara de sus ahorros, varios de los altares actuales del templo del Oratorio. A su iniciativa y como capellán de la Capilla de la Ermita, se debe su restauración, atrio y pórtico, realizado por don Zeferino Gutiérrez. Donó el altar del Calvario del templo de Santa Ana, cuando fue capellán, y varias pinturas a otros templos, entre ellas, la que representa el juicio final, del cancel de la Santa Escuela. El día que se cayó e hizo pedazos, fue cuando pudimos leer el nombre del Padre Caballero, como donante, inscrito en la parte posterior de la misma. También algunas pinturas de los antiguos oratorianos que se encuentran en la pinacoteca filipense son obras de su generosidad.







Otro distinguido “Caballero” fue don Juan Caballero de Acuña, Coronel, héroe de la Batalla del

5 de mayo de 1862. Regresó a San Miguel y sin envanecerse por su actuación, desempeña por años algunos puestos del gobierno municipal.

No podemos dejar de recordar al poeta don Indalecio Caballero, liberal “a lo sanmiguelense” que nos deja muestras de su lira en los poemas situados en el exterior del panteón viejo o de San Juan de Dios.

Don Antonio Caballero, músico, trompetista de grandes vuelos. ¿Quién no lo recuerda tocando en las misas de Pasión o en las procesiones de Semana Santa, solamente la muerte pudo impedir que su presencia continuara invariable en estas solemnidades de tanta tradición para los sanmiguelenses?

¿Qué podemos decir de don Panchito Caballero?, el papá de don Luis; aquel genio de toda clase de artesanía de “calidad” de nuestro pueblo. La hoja de lata, el papel de china en sus manos se convertía en majestuosos globos, que invariablemente se elevaban para surcar el cielo esplendoroso en las noches septembrinas o en los días de desfiles o de mítines ciudadanos; otras veces se convertían en arrogantes piñatas, delicia de los niños, remembranza de los viejos.

Gracias don Panchito, por tantos momentos felices que nos hizo pasar siendo pequeños; y me parece oír su voz cascada contestarme: “No hay de qué muchacho…” ¡Que quijada!

Y del buenazo de don Luis podría decir que ¡fue un buen sanmiguelense!, ¡amó a su pueblo, a su gente y a sus tradiciones!

Nos habló de lo que le tocó vivir, con modestia, con aquella familiaridad de quien no inventa. Que se puede equivocar, porque la memoria a veces nos falla, pero sin pontificar. Daba lo que sabía. Nunca cobraba nada. Era generoso. Su corazón tal vez no conocía la envidia, por lo tanto, a todos saludaba y por eso ahora que bajó a su tumba podemos muchos, decir con toda justeza y razón fue un hombre bueno, desinteresado con San Miguel, y a quien desearíamos imitar, para que por estas mismas causas se nos recuerde.






Adiós don Luis Caballero. Hiciste alarde de tu apellido. Gracias por tu amistad y por tu ejemplo.

Tomado de Monografía de San Miguel de Allende de D José Cornelio López Espinosa

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HEBDOMADARIO

Hoy es el gran día en que San Miguel puede celebrar o seguir festejando el nombramiento de Ciudad Patrimonio Mundial alcanzado en la reunión de la Convención de la Unesco, celebrada en Quebec, hace 8 años y siguiendo los pasos de la capital del estado que 20 años antes habia alcanzado este derecho en la reunión de Brasil y si bien el 7 de julio fue aceptada la fecha oficial es diez de julio de 2008. Felicidades a quienes participaron en el largo proceso que significa el poder conseguir este nombramiento tan pretendido y sólo diez ciudades en toda la república mexicana lo tienen, solo diez. En el mundo global que nos tocó vivir las redes sociales y la información que se mueve por la autopista del internet nos rebasó desde hace mucho tiempo a muchos que, como yo, hemos rebasado loa docena de lustros, pero algunos estamos haciendo el esfuerzo por actualizarnos para no vivir en el pasado y tratar de comprender a nuestros hijos y nietos que viven aceleradamente el presente.

BIOGRAFIAS:

Romeo Tabuena, uno de los grandes pintores que han venido a radicar a San Miguel de Allende; a los 34 años de edad vino a México y al conocer la obra de los grandes muralistas mexicanos se quedó a radicar en nuestra ciudad. Aquí vivió con su esposa Nina, de origen noruego, su nombre completo era Romeo Villalba Tabuena  fue un pintor y grabador filipino que nació en la ciudad de Iloilo. Estudió arquitectura y pintura en Manila, Filipinas. También estudió en Nueva York y París. Sin embargo, conservó su nacionalidad filipina. Pintó el mural Filipiniana en la Embajada de Filipinas en Washington, DC En 1965, participó en la Octava Bienal de San Pablo arte como el artista filipina oficial y como el comisario de arte a partir de las Filipinas. El Museo de Arte de Honolulu mantiene su pintura Carabao, lo cual es típico de las pinturas animales del artista.           Tabuena aparece en Quién es quién en el arte americano, Internacional Quién es quién en el arte, y la Internaciona