El Señor de la Columna
De reconocido valor y trascendencia, es la bicentenaria visita del Señor de la Columna, una escultura ligera, realizada principalmente en madera (tallada y policromada) de colorín, papelón y telas encoladas, entre 1750 y 1775, de autor desconocido (aunque la tradición oral lo ha atribuido al sacerdote oratoriano Remigio Ángel González, capellán de Atotonilco en la primera década del siglo XIX).
El Señor de la Columna, patrono de la Preciosa Sangre de Cristo, de profunda, arraigada e histórica devoción entre los celadores y hermandades de todos los rumbos de la Casa de Ejercicios Espirituales de Jesús Nazareno de Atotonilco, de las poblaciones que circundan al camino de San Miguel y Atotonilco, del barrio de San Juan de Dios y de la generalidad de la comunidad sanmiguelense residente en sus comunidades rurales y barrios, ha sido trasladado desde el Santuario de Atotonilco hasta la ciudad de San Miguel de Allende por los fieles y su hermandad, haciendo honor a la memoria colectiva, ininterrumpidamente desde el año de 1823. Esta manifestación de la religiosidad, piedad y tradición popular, que ha formado paralelamente peregrinación y circuito procesional sobre el trazo principal del antiguo Camino Real de la Tierra Adentro (camino Atotonilco-San Miguel), la quinta entrada y salida que hacía “camino real para afuera” (avenida Independencia-calle de Santa Ana o Insurgentes) y las principales calles del barrio, aledañas al Hospital Real de San Rafael y San Juan de Dios, mantiene vigente hasta el presente la relación tangible e intangible, histórica, espiritual y simbólica entre San Miguel de Allende y Atotonilco.
De abril de 1919 proviene una de las primeras fuentes documentales que han sido localizadas, que refieren la persistencia y defensa de la tradición y visita del Señor de la Columna, aun cuando las condiciones sociales no eran las idóneas por la inestabilidad que ocasionaron los movimientos revolucionarios y los brotes epidémicos de la influenza española y la peste bubónica:
“Se concede permiso a los señores Reyes Cadena, Crescencio Ríos y Rosalío Guzmán, para traer al Sr. de la Columna, de Atotonilco a esta ciudad.
Tienen licencia los Sres. J. Reyes Cadena, Crescencio Ríos y Rosalío Guzmán para transportar la imagen del Sr. de la Columna, de Atotonilco a esta ciudad, a la Iglesia de San Juan de Dios, el jueves próximo por la tarde calculando llegue a esta a las 8 ocho de la noche; haciéndose los mismos Sres. responsables de que esto tenga la reserva debida, para que no haya aglomeración de gente, ni que tenga el carácter de procesión. Que la imagen venga cubierta y sin manifestación religiosa de ningún género, pues el permiso solo se concreta a la conducción de la imagen del Santuario de Atotonilco a esta ciudad”.
San Miguel de Allende abril 10 de 1919.
“En igual forma, se expidió otra licencia para llevar la imagen saliendo de aquí el jueves 24 de abril a las 2 de la mañana”.
Es probable que, por la necesidad de mantener la reserva del traslado, así como por la instrucción de cubrir la imagen, para resguardarla de la intemperie y de los ojos de los devotos, esto se haya convertido en una tradición en los posteriores años, en que se ha envuelto para su peregrinar entre lienzos de seda, hasta celebrar el ritual del descubrimiento, poco antes de su heroico y sublime arribo a la ciudad.
En la época contemporánea, entre antorchas, arcos, hierbas aromáticas, flores, expresiones del arte popular, música 40 AGMSMA, Fondo Gobernación, año de 1919. y alabanzas pasionarias, el domingo previo al de Ramos, el Señor de la Columna, custodiado en su transitar por 30,000 fieles, ha sido recibido en la ciudad por una congregación de aproximadamente 65,000 personas, convencidas de su fe, legado, creencia y tradición.
Podemos asegurar que el Camino de Herradura, que se encontraba con el de Tierra Adentro antes de ingresar a la microrregión de Atotonilco, ha sido más que una alternativa de comunicación y tránsito, para perpetuarse en la historia como el “Camino Santo”, el de la espiritualidad de todos los tiempos:
“Donde hoy senda o camino llamado Camino Santo, donde no pasa el hombre amancillado. Camino que es derecho para todos; donde nadie se pierde por él y por último la sagrada piscina de quien se ha dicho: “Todos los sedientos venid a las aguas y los que no tenéis dinero, apresuraos, venid comprad y comed”.
Fuente:
“La Villa protectora de San Miguel y el Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco”Graciela Cruz López“Camino Real de Tierra Adentro por Guanajuato”, 2022Pags.222-325
Comentarios
Publicar un comentario