Los dos fundadores de San Miguel.
Según la tradición local, aquella primera fundación ocurrió en el sitio conocido como San
Miguel Viejo,
donde hoy se levanta una capilla de indios, obra maestra del arte
indo-cristiano del siglo XVI: la Capilla de Casqueros. Esta capilla de indios
se construyó años después de la fundación de Fray Juan, no sabemos el año
preciso pero la iconografía indo-cristiana corresponde al último tercio del
siglo XVI.
Fray Juan funda la misión con una iglesia de xacal, el segundo guardián, fray Bernardo Cossín, construye la iglesia y monasterio de piedra. ¿De dónde llegó fray Bernardo? ¿Dónde construyó la iglesia? ¿En San Miguel Viejo o en Izcuinapan, el sitio actual de San Miguel de Allende? No lo sabemos con precisión, pero otra información temprana nos da pistas:
“Este nombre se
dio a la Villa por una iglesia que fundaron unos religiosos Franciscano, que
fueron de Xilotepeque a aquel lugar, y primero se llamaba Yzcuinapan, que
quiere decir Agua de Perros” (Herrera y Tordesillas).
Podríamos pensar
que fue fray Bernardo Cossin quien llegó desde Xilotepeque hasta San <miguel
y, tal vez, al convertirse en el 2º. guardián del convento, decide mover la
ubicación del sitio de San Miguel Viejo a Izcuinapan, construyendo ahí la
iglesia y el monasterio de piedra.
La tradición
popular cuentea que unos perros condujeron al fraile al manantial del Chorro y
por eso se llamó Izcuinapan, agua de perros. Pero <Herrera y Tordesillas nos
dice que el lugar primero se llamaba Izcuinapan, es decir, este es el nombre
que ya le daban los indígenas al sitio antes de la fundación. Es interesante
recordar que Izcuinapan es un nombre de lugar en lengua náhuatl que se traduce
como lugar de río o agua de perros. Uno pensaría que el nombre indígena del
lugar sería un nombre en otomí o en tarasco pues varios de los indios
fundadores eran tarascos, tal vez el asunto tenga que ver con el tema del
náhuatl como lengua franca en los primeros años de la evangelización, como
principal vía de comunicación entre los indios y los frailes en los primeros
años, aprovechando que indios de otras lenguas como el otomí eran también
nahuatlatos. Sin embargo, sigue siendo una pregunta abierta por qué este nombre
de lugar, el de Atotonilco y el de Cocomacan (Dolores <Hidalgo) son nombre
en náhuatl y no en otomí.
Fray Bernardo construye la iglesia de piedra y cuando está terminada decide salir a evangelizar a los chichimecas, va a la región de Río Verde y más allá.
Fray Bernardo murió evangelizando en tierra chichimeca y nunca regresó a San Miguel.
La obra de ambos frailes, fray Juan y fray Bernardo, marca la primera etapa de la vida de San Miguel. El proceso de evangelización que uno inició y el otro continuó se llevó a cabo a lo largo de los primeros diez años de vida del pueblo de indios de San Miguel. Desde ese probable 1542 que consigna la tradición hasta 1551, cuando el convento y pueblo de indios de San Miguel son atacados por el jefe chichimeca Carángano y ya no están en el convento ninguno de los dos fundadores.
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