LAS PEREGRINACIONES
El concepto de peregrinación es definido como un viaje
efectuado por un creyente hacía un lugar de devoción o un lugar considerado
sagrado y la definición de peregrino es una persona que visita un lugar sagrado
generalmente por motivos religiosos.
Las más antiguas peregrinaciones cristianas tenían como
destino Roma y Tierra Santa. Pero, no es sino hasta los siglos XIV-XVII cuando
lograron su más alto esplendor y participación. Juan Pablo II es considerado
por muchos como el modelo de los peregrinos. El dijo que el cristiano es ante
todo un peregrino y que la Iglesia misma es un pueblo peregrino. Hay
testimonios de peregrinaciones en todas las religiones, pero en el caso de la judeocristiana, encontramos en la Edad Media peregrinaciones
como la que tiene como destino a Santiago de Compostela. Estas manifestaciones
han logrado proporcionarnos conocimientos adicionales de los diferentes pueblos
que existen en su trazo y que, pese a los diferentes sucesos que los han
afectado en sus costumbres y tradiciones locales, se conservan hasta nuestros
días. A propósito el Camino de Santiago es el único en el mundo cuya dimensión
es mayor que el Camino real de Tierra Adentro del que San Miguel forma parte.
Yo recuerdo algunas expresiones con las que se trataba de
infundir un poco de miedo a los hijos cuando éstos se portaban mal era que las
madres les dijeran: ¡te va a llevar el loco!, o ¡ahí viene el viejo! pero
también escuché: ¡te va a llevar un sanjuanero! Tiempos idos. Aquellos cuando
los padres todavía imponían su voluntad, aún a fuerza de “mentiras” como las
frases anteriores, dirían ellos: cuando a los perros se les amarraba con
longaniza y ¡no se la comían! Tiempos de cierta inocencia. Hoy los niños ya
saben que tienen “derechos” e imponen su “santa voluntad”. Ya no se les debe
tratar mal ¡porque se trauman! Como director de escuela me tocó ver a padres de
familia “regañados” por sus hijos, lo mismo que acudir varias ocasiones a la oficina
de Derechos Humanos a responder por cargos por malos tratos a los estudiantes.
Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre.
Residente de la Colonia Guadalupe desde los años 50´s me
tocó ver aquella romería que procedente Querétaro, Celaya, Comonfort, Dolores,
San Luis de la Paz y muchas otras comunidades llegaban a los lotes baldíos para
pernoctar y el día siguiente partir rumbo a San Juan de los Lagos. Algunas
personas vendían y otras regalaban comida a los peregrinos. Recuerdo que era un
mar de gente que, reunida con los sanmiguelenses que partían con ellos, apenas
cabían en la Parroquia de San Miguel. Era costumbre de muchos ir a acompañarlos
hasta el río en donde se les despedía.
Las “comodidades” que ahora tienen no siempre existieron
pues no había camiones maleteros. Aunque yo no lo vi, comentaba mi abuelo que
la gente iba y venía a San Juan a pie y sus maletas las llevaban en burros.
Como él rentaba vestuario y telones para las pastorelas y los coloquios mucha
gente lo estimaba y de regreso le llevaban dulces, o tecolotitos que eran unos
silbatos de barro, tierrita de San Juan, estampas, etc. Años más tarde se
dividió la gente y hoy existen dos peregrinaciones: el 22 y el 24.
Nuestro pueblo tiene arraigada la costumbre de participar
en las peregrinaciones. Mucha gente sigue asistiendo a visitar al Señor de los
Afligidos en su capilla de la Comunidad de el Llanito en el municipio de
Dolores Hidalgo el primero de enero de cada año. La traída de la imagen del
Señor de la Columna en la noche del sábado de la semana de Lázaro. También es
famosa la peregrinación para visitar a la Virgen de los Remedios, en Comonfort
todas ellas a pie. Pero hay otras que no lo son como la de San Martín
Caballero, a caballo; varias a pie o en bicicleta a la Villa de la Virgen de
Guadalupe; y las que poco a poco fueron surgiendo en camiones a San Juan de los
Lagos, la Villa de Guadalupe y Cristo Rey. Igualmente también existen otras a
diversos santuarios que van en distintas fechas del año.
Hace 25 años nació una que poco a poco se ha agregado a
las anteriores y que se desarrolla en bicicleta en dos días y que se hace entre
San Miguel y San Juan de los Lagos. Fue idea del Sr. Alfonso Ríos quien la
comentó a varios de sus amigos que lo secundaron. Dos años después de iniciada
se unieron a ellos los hermanos José Guadalupe y Luis Guerrero De anda quienes
son pilares en la organización de dicha peregrinación.
El 30 de enero, en la Parroquia de San Miguel es la misa
de despedida y parten a las 5:00 de la mañana el día 31; los descansos, de
aproximadamente 20 min. los hacen en Trancas, el entronque de Juventino Rosas,
Guanajuato y a las doce del día llegan a Silao donde almuerzan. Al terminar
prosiguen para tener un último descanso en una gasolinera de la carretera a
León y llegan a Lagos de Moreno a las 6:30 de la tarde y pernoctan en el atrio
de la Parroquia de Ntra. Señora del Refugio donde les celebran una misa. Al día
siguiente, el día de la fiesta, la salida de Lagos es a las 6:30 a.m. para
llegar a San Juan a las 8:30 a.m.
En los años anteriores han contado con el acompañamiento
del padre Raúl, ahora en el curato de Dolores Hidalgo, en otras ocasiones el P.
Lorenzo Saldaña, C.O. y actualmente el Pbro. Gerardo Mancera Rangel, Cura de la
Parroquia de Ntra. Señora de la Luz; afortunadamente nunca han tenido
accidentes graves que lamentar y sólo algunos participantes han sufrido algunos
incidentes leves. Actualmente los acompañan dos camiones maleteros y cuando alguno
de los peregrinos se cansa mucho lo suben a alguno de los camiones para no
retrasar al contingente. También los acompaña una persona que va haciendo las
reparaciones necesarias a las bicicletas de los peregrinos.
La Peregrinación ofrece la posibilidad de reencontrarse
con nuestra propia historia, nuestra realidad transitoria en este mundo. Pero
la nota característica es la forma festiva y gozosa de estas peregrinaciones,
que ha de recordarnos que nuestro peregrinar hacia Dios no debe, ni puede ser lastimoso
ni triste. En todas ellas se siente un ambiente de fraternidad y solidaridad.
Se les ve rezando, cantando, conviviendo y compartiendo todo. Dispone a ser
agradecidos y ante todo recuerda nuestra común subsistencia y la necesidad de
una salvación comunitaria.
Como se dijo en un principio las peregrinaciones son
comunes en la mayoría de las religiones y los valores constantes son: la
purificación, la renovación y la iluminación. Por otra parte se cumple con un
sentido social: Manifestar públicamente una fe.
Los peregrinos manifiestan coinciden que no se trata de ir
a encontrar a Dios, o a la Virgen o a los santos en un determinado recinto pues
se saben guiados y acompañados por Él pues, dicen: la peregrinación, no
concluye al llegar al santuario y de participar en los actos de Litúrgicos o de
devoción, o en firmar el libro de peregrinos, o de adquirir algunos recuerdos
como estampitas, medallas, agua bendita, etc. se trata de “recargar las
energías” de cobrar nuevo vigor al volver a casa.
Comentarios
Publicar un comentario