Cómo han pasado los
años.
“Cómo han pasado los
años, cómo han cambiado las cosas…” dice la letra de una canción nostálgica
y con esa sensación se queda uno al sentir que el corazón se acelera al
escuchar las notas de aquellas canciones que nos hicieron sonreir, llorar y…
enamorarnos. Recordar aquel San Miguel que nos tocó vivir y que al reunirnos
los sobrevivientes de los chanclazos
de las mamás, de los pellizcos de las maestras, de beber el agua de la llave y, como si fuera poco, sentirnos agradecidos de
los padres que nos tocaron aunque nos hayan cuereado más de una vez (y no
sentirnos traumados como los chicos de hoy); recordar las andanzas de entonces
es: sensacional, y el tiempo se detiene por momentos.
Los lugares preferidos para los adultos de entonces eran: la
“Cucaracha”, de Chucho Correa en el portal “Allende”, la “Hostería del Parque”,
de Manuel Martínez Mayén, El “Patio”, de Jorge Redondo, la “Fragua”, de José
Paz Cuéllar y después de Rafa D´Arcourt; otros lugares eran: el Club la
“Llave”, la “Bodega del Marqués”, después la “Princesa”, la “Hoja Seca”, del
Dr. Roque Carbajo, pero el remate siempre era en… “La Escondida”, de don Miguel
Correa. Más tarde cuando llega la música disco surgen: “Laberinto´s”, en la
Ancha de San Antonio, el “Ring”, en la calle de Hidalgo; el “Carrusel”, en
Canal, etc. desde luego algunos de los centros nocturnos modificaron también el
tipo de su música, pero el final era con don Miguel en el barrio de San Juan de
Dios donde los Hermanos Carreón, la Revolución de Emiliano Zapata, la Sonora
Querétaro hacían que los sentidos llegaran al clímax y el final final eran
aquellos tacos al carbón, pizzas, etc.
Los jóvenes de entonces hacían sus tardeadas en los patios
de algunas casas, poco a poco los rockeros de aquella época fueron amenizando diversos
eventos particulares y otros estudiantiles que se llevaron a cabo en la
Biblioteca Pública, el Frontón, el Sindicato, el Consejo de Caballeros de
Colón, el Chorro, etc.; la sra. Maxwell prestaba el patio en su casa de Umarán
y San Pedro, lo mismo tocaban en las canchas de las escuelas como Santo Domingo
y la secundaria oficial (entonces frente a San Francisco), etc.
Siguiendo los pasos de aquellos rockeros otros jóvenes con
ciertas habilidades musicales fueron soñando con formar grupos, aun los que no
tenían esas habilidades pero eran aficionados se acercaron con aquellos y se
fueron concretando algunos; migraban de uno a otro buscando una mayor
identificación del tipo de género musical. Yo creo que muchos recuerdan a los “Electrones”
que integraban: Chucho Yáñez, Salvador Soto, Pepe Lámbarri, Salvador García y
Humberto Campos; también a los “Goldfingers” que formaban: José Guadalupe
Esparza, “Concho”; Vicente Nava Martínez y Johny Foley, quizás también a: Los “Rockets”
con: Pascual Luna, el “Tahua”, con Mario Hernández, el “Gordito”, David Cruz,
el “Beatle” y dos que ya fallecieron: Francisco y Federico. Como era el tiempo
de las “gringas” tocaban mucho en la ciudad los “Finks”: Luis Martínez,
requinto; Pedro, bajo; Mario, batería y Gilberto, armónica.
En alguno de esos días de hace medio siglo, por ejemplo, Jesús,
un joven inquieto que motivado por la difusión del rock & roll encontró en
Felipe Solís, Raúl Mota y a David Cruz los elementos necesarios y formaron: Los
“Swans”. Sin más experiencia que su idea de divertirse y emular aquellos conjuntos
empezaron a ensayar en la casa de Felipe, ahí en la calle de Colegio Militar
que entonces se llamaba Manuel M Ponce. Poco a poco los fueron solicitando y al
presentarse en público vieron el reto mayúsculo pues fue alternar con los “Finks”,
sin equipo suficiente, solicitaron el apoyo divino y fueron a visitar al “Jefe”
al templo de San Francisco. Para esa primera presentación fueron a conseguir
unas bocinas que les alquiló don Lencho quien vivía en la calle de Reloj ya
llegando al Hospital Juan Manuel de Villegas, (yo lo recuerdo porque en una de
las pastorelas que ponía mi abuelo en el Callejón del Calvario representaba el
papel del Ermitaño y enfundado en su escaso traje de eremita y luciendo unas
luengas barbas de algodón se acercó tanto a la vela que se le incendiaron las
blancas barbas, el momento fue rápidamente atendido y no llegó a mayores pero
después era la comidilla de los asistentes y de él mismo).
Por algún tiempo formó parte de ellos “Concho” Esparza. Más
o menos en el 68, al salirse Felipe para irse a formar los “German´s”, se
integró José Luis Morales, el “Chícharo”,
en el 70 se sumó Ricardo Olvera el “Ojón”, después entró el “Pipo”
Wenceslao Santana quien duró muy poco y a su salida lo sustituyó “Chavo” Soria,
otros integrantes fueron: Federico Salas y el “Cupido”. En el 76-77 se
desintegraron. En los 80´s, se volvieron a reunir y cambiaron de nombre y se
pusieron “Génesis”, con: Felipe Solís, Vicente Olalde, David Cruz, Salvador Soria
y Ricardo Olvera. Como ya estaba registrado ese nombre tuvieron que modificarlo
y se pusieron: “Felipe Solís y su grupo Génesis”. Cambios, como siempre: Felipe
se fue a radicar a Querétaro y sólo quedaron los demás pero con ese nombre
duraron unos 20 años, David se fue a trabajar a EEUU un tiempo, Jesús Avilés se
fue a formar los “Ovnis”, Chavo porque se dividía entre la estudiantina y el
trío, Vicente Olalde se cambiaría con Francisco Bautista el “Canguro” quien
forma los Invasores”, integrado por: el “Aguila” (bajo), Javier Espinosa
Palacios (guitarra), “Cangurito” en la batería, Francisco Huerta (órgano),
Vicente Olalde (voz y luego batería). Más adelante se desintegran y la mayoría
forman “Nautiluz”, con: Vicente Olalde, Javier Espinosa, el “Aguila” y
Francisco Huerta Bautista. Los “Germans” dieron paso al “Smoke” con Chucho
Yáñez, Felipe Solís, José Luis Bautista, el Huichol, y “Concho” Esparza,
quienes llenaban la “Fragua” los fines de semana y cuando era verano desde el
jueves.
Los “Swan´s” fueron contratados para participar en el
festejo de la inauguración del Canal 9 de Querétaro, ahí alternaron con los “Finks”
de Celaya, los “Libertadores” de Dolores y “Bossa 5”, entre otros. Trabajaron
en La “Fragua”, el “Patio”, “Taboada”, Villa de los Frailes, el “Atascadero”,
otros lugares fueron: La “Llave” y la “Hostería del Parque”. Eran muy
requeridos para amenizar en “Comonfort” en aquel salón “Tierra Fuller”, ahí
alternaron con Luis Arcaraz o Pablo Beltrán Ruiz, en ese tiempo traían una cantante
extranjera de nombre: “Maye”, También alternaron con la Sonora Santanera, los
Hermanos Carreón y fueron con mucha frecuencia a Dolores, Hgo.
En años más recientes Ricardo Olvera los vuelve a resucitar
con nuevos elementos y en la actualidad quienes lo forman son, los que no han
faltado en las varias épocas de los “Swan´s”, David Cruz, Raúl Mota y Vicente
Olalde pero ahora apoyados por sus nietos de David y Raul: Cristian y Daniel,
respectivamente.
Muchas felicidades a quienes gustan de esta música pero más
a quienes siguen haciendo las delicias de los jóvenes de corazón que nacieron y
morirán con ese ritmo en las venas y dando la pelea contra los avances
electrónicos que han suplido el ambiente musical en tantos eventos pero que,
como decía el líder de los músicos don Venus Rey: la música viva siempre es
mejor. Muchos de ellos se reúnen con frecuencia para echarse un “palomazo” y
recargar baterías olvidándose por unas horas del estresante ritmo de la vida
actual.
Comentarios
Publicar un comentario